Scroll Top

27 de enero de 2022 jueves III (2 S 7, 18-19. 24-29)

Hoy hay que tener presente lo que leíamos ayer. David, ante la promesa de Dios, sólo sabe orar agradeciendo el don de Dios. Hacia el final de la oración dice David: «Dígnate, pues, bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca para siempre ante ti». ¿Tú qué te habrías atrevido a pedir a tu Dios? ¿Tu oración, cómo incluye el concepto de dinastía que David tenía tan claro? ¿Piensas en tu familia? ¿Qué te parece si incluyes a la Iglesia?

Señor, acuérdate de todos los que somos sucesores de David.