Hoy, día 21 de septiembre, celebramos: la festividad de san Mateo, apóstol y evangelista; la dedicación de la catedral de Girona; y la de los profetas del Antiguo Testamento Jonás y Débora.
Mateo es uno de los doce apóstoles, quienes, según la tradición, escribió un evangelio en lengua aramea dirigido a los cristianos de origen judío, y que sería la base del evangelio que actualmente lleva su nombre. En este evangelio se nos cuenta que Mateo, era un publicano, un recaudador de impuestos al servicio de los romanos, que dejó su negocio para seguir a Jesús para formar parte de los doce. En Mateo se suele representarle como un hombre “alado” porque su evangelio, comienza con la lista de los antepasados de Jesús.
La diócesis de Girona, que incorporó el antiguo obispado de Empúries, se remonta al siglo V y encontró protección, después de la invasión musulmana, en Carlomagno en el 814. La última consagración de la catedral de Girona data del 21 de septiembre de 1038, porque la sede actual, construida a lo largo de cuatro siglos a partir de 1312 y utilizada en cuanto estuvo terminado el ábside, no recibió nueva dedicación.
El libro bíblico que lleva el nombre de Jonás, nos narra la historia de este profeta que es enviado por Dios, a predicar la conversión a los habitantes de Nínive, opresores de Israel. Jonás no hace caso de Dios, huye en un barco, y acaba tragado por una ballena. Dios le salva, y Jonás va a cumplir su misión. Y cuando, gracias a su predicación, los ninivitas se convierten, Jonás no acepta que Dios les perdone, y Dios debe hacerle entender que él ama a todo el mundo, no sólo a los israelitas
Débora, del hebreo Debora, que significa “abeja”. En la antigüedad se convirtió en popular por ser el nombre, de una profetesa y juez israelita, autora de un bello cántico al Señor.