Hoy, día 2 de diciembre, celebramos la festividad de san Cromacio de Aquilea, obispo; y de la mártir Bibiana.
Cromacio, había nacido Aquileia, hacia el año 345. Ordenado diácono y presbítero, finalmente fue elegido pastor de aquella Iglesia en el año 388 siendo consagrado por manos del obispo Ambrosio. Se dedicó con valentía y energía a una ingente labor. Es posible hacerse una idea de cómo Cromoáceo, era conocido y amado a la Iglesia de su tiempo, por un episodio de la vida de san Juan Crisstom. Su doctrina mariológica es lisa y precisa, ya él le debemos algunas descripciones sugerentes de la Virgen Santísima. San Ambrosio lo consideró, uno de los mejores teólogos de su tiempo; y san Jerónimo, el más santo y docto de los obispos. Desarrolló en torno a él, una vida clerical con régimen comunitario. Con toda probabilidad, Cromacio murió en el exilio en Grau en el año 407, mientras intentaba escapar de los saqueos de los bárbaros.
Bibiana es una mártir romana del siglo IV, quizá del tiempo del emperador Juliano, llamado el apóstata, quien, años después de la legalización del cristianismo, volvió a perseguir a los cristianos.