Hoy, día 19 de septiembre, celebramos la festividad de: san Jenaro, obispo y mártir; de santa María de Cervelló, virgen; y la de Nuestra Señora de La Salette.
Al parecer, Jenaro era obispo de Benevento, cerca de Nápoles, y fue martirizado con otros compañeros, durante la persecución de Diocleciano, en el año 304. Su culto es muy popular en Nápoles.
De origen noble, quizá hija de Bernat Guillem de Cervelló, María de Cervelló, nació en Barcelona en 1230. Cuando el capítulo mercedario reunido en Tarragona aprobó en 1265, la creación de una rama femenina, pidió, junto con otros nobles, de ser admitida en la orden, en la que profesó poco tiempo después. Fue elegida superior de la primera comunidad femenina mercedaria. Dedicó su vida al servicio de los pobres, de los enfermos, y de la gente del mar, lo que le valió el nombre de “María del Socorro”, y la atribución de muchos milagros. Se duerma en el Señor en 1290. Enterrada en su convento, en 1384 los restos fueron depositados en la iglesia de la Merced de Barcelona. Su culto fue aprobado en 1692.
La Salette, es el nombre bajo el cual los fieles católicos designan a la Virgen María, aparecida a dos pastorcillos: Maximin Giraud y Mélanie Calvat, de 9 y 14 años de edad, el 19 de septiembre de 1846, en el pueblo de La Salette , en los Alpes franceses. También designa un santuario que fue edificado en el sitio de la aparición. Tras cinco años de investigación el obispo de Grenoble, Philibert de Bruillard, reconoce la autenticidad de la aparición, y el papa Pío IX, aprobó su devoción a Nuestra Señora de La Salette.
