Hasta el final del año litúrgico iremos leyendo, los días de entre semana, fragmentos del libro del Apocalipsis. Justo antes de empezar a describir siete comunidades cristianas que en el fondo es la descripción de las diferentes formas en que, aún ahora, se vive la fe, dice lo siguiente: «Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito». ¿Cómo debería entenderse la palabra “dichosos”?
Señor, dame la alegría de conocer tus designios.