Hoy, 17 de marzo, celebramos la festividad de: san Patricio, obispo, y de san José de Arimatea.
San Patricio, obispo
Nació en Gran Bretaña hacia el año 385, pero cuando tenía unos dieciséis años fue secuestrado por piratas y vendido como esclavo en Irlanda, donde trabajó como pastor de un rebaño de ovejas, muchas veces en la soledad y a la intemperie. En esas condiciones, se reencontró con la fe cristiana. Al cabo de seis años pudo escapar caminando hasta la costa, donde fue recogido por un barco que lo desembarcó en Britania, y pudo regresar a su casa. Tras unos años de formación en diversos monasterios europeos, y con el deseo de poder convertir a los irlandeses, regresó a Irlanda como obispo, decidido a consagrar su vida a la evangelización.
Conociendo el idioma y las costumbres irlandesas, adaptó su apostolado a las condiciones sociales y políticas de los celtas. La leyenda cuenta que solía usar el trébol, haciendo la analogía entre las tres puntas de la hoja y las tres personas divinas de la Trinidad: distintas y distinguibles, pero formando una sola realidad; tres personas y un solo Dios. Durante casi cuarenta años, tuvo éxito en implantar la Iglesia por toda la isla. En las controversias teológicas de la época, fue un gran defensor de la fuerza de la gracia divina. Murió durante la segunda mitad del siglo V.
San José de Arimatea
Vivió en Tierra Santa entre los siglos I a.C. y I d.C. Los evangelios hablan poco de él, aunque aparece en un momento trascendental de la pasión de Jesús. Todo indica que formaba parte de la clase judía acomodada, y que era uno de los miembros del Sanedrín, la autoridad suprema de Israel en cuestiones religiosas y jurídicas. José de Arimatea se convirtió en seguidor de Jesús, pero probablemente debido a su posición, no lo hizo público hasta poco antes de la crucifixión: fue en ese momento cuando ofreció su propio sepulcro, que solo los ricos tenían, para que enterraran el cuerpo de Jesús. Y él mismo, junto con Nicodemo, ayudó a bajarlo de la Cruz.
Es patrón de los enterradores y embalsamadores.