A los que creían que por una mala conducta no sólo era castigado el que la hacía, sino todos sus descendientes, Dios, por boca de Ezequiel, dice: «Pues bien, os juzgaré, a cada uno según su proceder… Yo no me complazco en la muerte de nadie – oráculo del Señor -. Convertíos y viviréis». ¿Te produce alguna satisfacción cuando sabes que por alguna mala actuación lo paga toda la familia? ¿Has pensado que cuando ponemos a alguien en prisión muchas veces es toda la familia, empezando por los hijos, que quedan desamparados?
Señor, que aprenda a ser justo, como tú eres justo.