El Deuteronomio nos dice que: «… no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara…». Un hombre extraordinario. Nosotros seguramente hemos conocido a alguno: son aquellos que, como Moisés, nos han llevado por el camino recto hacia Dios. Recuerda su voz, sus palabras, sus consejos, sus decisiones.
Señor, Tú que me has dado la posibilidad de conocerlos, que su recuerdo me ayude a seguirte fielmente.