Hoy, día 16 de mayo, celebramos la festividad de: san Juan Nepomuceno, mártir; y la de san Simón Stock, religioso.
San Juan Nepomuceno, mártir
Existen varias narraciones sobre san Juan, pero todas destacan su martirio. Nació alrededor del año 1347 en Nepomuk (Bohemia, actual República Checa), de ahí su sobrenombre de Nepomuceno. Ordenado sacerdote y graduado en Derecho Canónico en Padua, fue canónigo de la catedral de Praga y Vicario General de la diócesis. Una primera versión de su martirio narra que se opuso a la pretensión del rey de nombrar a los obispos, y una segunda dice que era confesor de la reina y se negó a revelar el secreto de confesión al rey. Sea cual sea la causa real, en el año 1387 fue detenido, torturado y arrojado al río Moldava para intentar hacer desaparecer su cuerpo. Fue canonizado en 1729. Es el patrón de Bohemia y de algunas entidades relacionadas con las aguas, como la Infantería de Marina española.
San Simón Stock, religioso
Nacido en el condado de Kent, Inglaterra, hacia el año 1166, ingresó en la Orden del Carmen cuando esta acababa de llegar a Inglaterra procedente del Monte Carmelo, donde se había establecido en el siglo XII. Es el reformador estructural de la orden, ya que esta tuvo que abandonar el eremitismo originario para integrarse en las órdenes mendicantes o de apostolado, lo cual ocasionó tantos problemas que estuvo a punto de desaparecer. Durante su mandato como prior general, el papa Inocencio IV aprobó el cambio. Llevó a cabo una gran labor de difusión del Carmelo, fundando nuevas comunidades en Cambridge, Oxford, París y Bolonia.
La tradición nos dice que recibió en 1251 de manos de la Virgen María el Escapulario del Carmen, muy difundido desde el siglo XVII entre el pueblo cristiano. La Virgen le dijo:
“Recibe, hijo amado, este escapulario. Será señal de mi confraternidad; y para ti y para todos los carmelitas, un signo especial de gracia. Cualquiera que muera llevándolo no padecerá el fuego eterno. Es muestra de salvación, protección en los peligros, un compromiso de paz y de concordia”.
Murió mientras visitaba la provincia de Gascuña en Burdeos, el 16 de mayo del año 1265, casi centenario. Recibe culto desde 1435. La iconografía del santo suele representarlo de rodillas recibiendo el Escapulario.