Hoy, día 14 de febrero, celebramos la festividad de los santos: Cirilo, monje y su hermano Metodi, obispo; de san Marón, monje; y la de san Valentín, obispo y mártir.
Constanti y Miquel, eran dos hermanos de Tesalónica (Grecia) actual), que conocían el eslavo y por eso fueron enviados a Moravia, por el patriarca de Constantinopla, para anunciar a Cristo. En 868 fueron a Roma, donde el papa Adriano segundo, aprobó sus métodos evangelizadores. Cirilo y Metodio, son los nombres que tomaron como monjes. Recorrieron varios países, con gran voluntad de acomodar los ritos y los textos, a la cultura de los pueblos evangelizadores. Obra suya, es la creación del alfabeto eslavo, llamado «cirílico». Cirilo murió en Roma en 869, y Metodio en Moravia en 885. El cuerpo de Cirilo fue repatriado a Salónica, su ciudad natal, en 1976 en prueba de comunión entre la iglesia latina y las iglesias griegas y eslavas. Son copatrones de Europa.
Marón, monje que, a principios del siglo V, hizo florecer el desierto de Siria. Un monasterio construido en su memoria, fue la cuna de la iglesia católica maronita.
Valenti nació en algún lugar de Italia a finales del siglo II. Pero la tradición más conocida es la que hace referencia a San Valentín como obispo de Terni. Parece tener fama, de ser un hombre caritativo y poseedor del don de curar enfermos, y buen predicador. Enteradas de estas cualidades las autoridades, ordenaron arrestar al obispo Valentín, que fue encarcelado. El emperador Aureliano, decretó que fuese interrogado para que renunciara a su fe, pero como tantos otros mártires de la época, no quiso renunciar a la fe cristiana. Por este motivo fue condenado a muerte decapitación, en 270. Un grupo de cristianos recogió su cuerpo, y lo enterró junto a la Vía Flaminia, donde posteriormente, se construyó una basílica en honor del mártir. Su festividad data del siglo XVI.