Lo dicho por Amós no era lo que conocemos por políticamente correcto, por eso incomodaba su predicación; por lo que el sacerdote Amasías lo quería lejos del templo oficial; le dice: «Vidente, vete, huye al territorio de Judá. Allí podrás ganarte el pan y allí profetizar. Pero en Betel no vuelvas a profetizar, porque es el santuario del rey y la casa del reino». Pero Amós se niega porque él tiene un mandato de Dios: «Ve y profetiza a mi pueblo de Israel». Si te encontraras en una situación parecida a la de Amós y tus convicciones te hacen ver que tienes que ir a contracorriente tanto por lo que dices, como en lo que haces, ¿qué respuesta darías? ¿La das ahora?
Señor, a toda costa quiero ser fiel, dame coraje.