La penetración que todo creyente debe tener de la Biblia siempre debe ser bajo el impulso del Espíritu de Dios. Ser sabio, en lenguaje bíblico, significa la capacidad que tiene que haber en el corazón, para poder entender el mensaje que Dios nos transmite, por eso las palabras con las que hoy comienza la lectura del libro de la sabiduría, nos las podemos hacer nuestras; dice así: «Supliqué y me fue dada la prudencia, invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría». Y termina la lectura de este modo: «Con ella me vinieron todos los bienes juntos, tiene en sus manos riquezas incontables». ¿Cuáles son las riquezas que ambicionas?
Señor, que tu sabiduría ilumine mis deseos.