Génesis 3:9-24
Cuando Adán y Eva comen del árbol prohibido, el texto nos dice que: «Se les abrieron los ojos a los dos», sin embargo, este conocimiento, tal como el Señor Dios lo había dicho, los llevó a la muerte; en el fondo pasaron de la inocencia, a la malicia, porque se dieron cuenta de su limitación y quisieran esconderse.
Señor, quiero recordar tu mirada; perdona mi malicia.