Cuando dice: «tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y el testimonio de los tres es único.» Si te da cuenta de que el Espíritu es el Amor, de que el agua es el compromiso del bautismo, y que la sangre es la Eucaristía y, sobre todo, la Cruz, verás que los tres signos exigen una gran libertad interior y una gran lucidez a la hora de llevarlos a cabo. ¿Te sientes libre? ¿Crees que te falta algo para hacerte tuyos los tres signos?
Señor, enséñame a tener tu libertad.
Última actualització: 24 julio 2019