Hoy, día 11 de diciembre, celebramos la festividad de: san Dámaso I, papa; y la de san Pablo de Narbona, obispo
San Dámaso I, papa
Nacido en una familia cristiana de origen hispánico que se trasladó a vivir a Roma. Probablemente su padre era responsable de uno de los cementerios, y esto explicaría el interés de nuestro santo por las catacumbas y los mártires. Creció en un ambiente religioso en el que llegó a ser diácono del papa Liberio y su sucesor. Rigió la Iglesia desde el año 366 hasta el 384, y convocó muchos sínodos contra los herejes. Hombre de carácter firme y temperamento altivo, ejerció su ministerio en una época de gran consolidación eclesial tras las persecuciones, y también de turbulencias a causa de las luchas por el poder surgidas con la nueva situación.
De él destaca, por un lado, el impulso que dio a la traducción de la Biblia del griego y del hebreo al latín, que encargó a san Jerónimo: la Vulgata, “la Palabra del Señor debe brillar limpia en la lengua de su pueblo”. Y, por otro lado, la promoción del culto a los mártires: ordenó obras en las catacumbas donde fueron descubiertas algunas tumbas de mártires olvidadas, hizo inscribir epigramas en las tumbas recordando los hechos de los difuntos, y fomentó la peregrinación a esos sepulcros. Fue casi un arqueólogo avant la lettre. Murió el 11 de diciembre del año 384.
San Pablo de Narbona, obispo
Posiblemente nació a comienzos del siglo III. Cuando en el año 249 el emperador romano Decio llegó al poder y ordenó una persecución mortal contra los cristianos, las incipientes comunidades cristianas de las Galias fueron completamente exterminadas. Una vez terminada la violencia, el papa envió a siete evangelizadores a las Galias, entre ellos Pablo, un presbítero de Roma, que se convirtió en el primer obispo de Narbona.
En Narbona, en el sur de Francia, y también en nuestras tierras —especialmente en Anglesola, donde es patrón— se le celebra el 11 de diciembre, probablemente porque era su día natalis, el día de su fallecimiento. En el antiguo martirologio romano suele citarse el 22 de marzo.
Santa María Maravillas de Jesús Pidal y Chico de Guzmán, virgen
Nacida en Madrid en el seno de una familia noble y profundamente cristiana, ingresó en el Carmelo de El Escorial en 1919. Perteneciente a la Orden de las Carmelitas Descalzas, fundó y reformó diversos monasterios en España y la India, con un énfasis especial en la vida comunitaria y la oración intensa. Murió en Madrid en 1974. Fue canonizada en 2003.