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2 de junio 2025 santos mártires Marcelino y Pedro; Germán, Paulino, Justo y Sicio; la de san Erasmo (o Elmo) y de san Nicéforo

Hoy, día 2 de junio, celebramos la festividad de los santos mártires Marcelino y Pedro; Germán, Paulino, Justo y Sicio; la de san Erasmo (o Elmo), obispo y mártir; y de san Nicéforo, Patriarca de Constantinopla.

San Marcelino y san Pedro, mártires

Fueron dos mártires romanos que figuran en el canon romano de la Misa. Ambos dieron testimonio del Evangelio, muriendo decapitados durante la persecución de Diocleciano hacia el año 303. El segundo de los cuatro edictos con los que Diocleciano planeaba eliminar a los cristianos imponía, en particular, el encarcelamiento de obispos, presbíteros y diáconos, muchos de los cuales fueron ejecutados, ya que los tribunales podían aplicar la pena capital.

El presbítero Marcelino terminó en prisión, se negó a renunciar a la fe y allí conoció a Pedro, un exorcista. Ambos anunciaban a Cristo y muchos se convertían y pedían el bautismo, por lo cual fueron sometidos a torturas y trasladados a un bosque llamado «selva negra», obligados a cavar su propia tumba en la parte más escondida del bosque para tratar de ocultar su rastro, y finalmente fueron decapitados. Según la ley, se había hecho justicia. Pero el verdugo se convirtió gracias a su testimonio e informó del lugar donde los habían enterrado; finalmente, fueron trasladados a un cementerio sobre el cual se edificó después una iglesia.

Germán, Paulino, Justo y Sicio, mártires

Según una antigua tradición, Germán, Paulino, Justo y Sicio fueron cuatro cristianos, a quienes en la época medieval se les atribuyó Girona como lugar de martirio durante las persecuciones del Imperio romano, y allí fueron venerados: los Cuatro Santos Mártires de Girona, venerados en la capilla de los Santos Mártires de la catedral, donde hay un sepulcro gótico coronado por cuatro cabezas de madera del siglo XVII.

San Erasmo de Antioquía (san Elmo), obispo y mártir

Es un mártir del siglo IV originario de Antioquía. Se sabe que ya era obispo durante las persecuciones de Diocleciano, de las cuales logró escapar. Se estableció en la región balcánica de Iliria y aprovechó el exilio para evangelizar aquellas tierras. Cuando Maximiano ya estaba en el poder, fue arrestado de nuevo en la región vecina de Panonia y fue sometido a crueles tormentos.

Tiempo después, en la Edad Media, fue considerado patrón de los navegantes y marineros, y su nombre se fue transformando popularmente. Este patronazgo se debe al hecho de que el santo predicaba incluso cuando un rayo cayó junto a él. Las descargas eléctricas en los mástiles de los barcos, conocidas como “fuego de san Elmo”, eran consideradas por los marineros como señal de protección. Progresivamente, su patronazgo fue sustituido por el de la Virgen del Carmen o san Pedro. También se le invoca contra los dolores de estómago, ya que según la leyenda, sus verdugos usaron sus intestinos para estirarlos y finalmente fue hervido en una olla con aceite hirviendo. Iconográficamente, se le representa con vestimentas episcopales sosteniendo un barco en la mano.

San Nicéforo, Patriarca de Constantinopla

Nació en Constantinopla en el seno de una familia al servicio del emperador a mediados del siglo VIII. Él mismo fue jefe del gabinete imperial y, bajo la emperatriz Irene, formó parte del sínodo de 787 como comisionado imperial. Fue elegido patriarca de Constantinopla en el año 806, donde puso su autoridad al servicio de la doctrina referente a las imágenes, promulgada en Nicea por el VII Concilio Ecuménico. Es autor de diversos escritos apologéticos en rechazo a la iconoclasia y también de una especie de historia universal desde Adán y Eva hasta su tiempo. Al final de su vida fue exiliado y se retiró a un monasterio en el Bósforo fundado por él, donde finalmente descansó en el Señor en el año 828. Unos veinte años más tarde, sus restos fueron trasladados a Constantinopla.