El texto de hoy tiene un rasgo común: el respeto que debemos tenernos; los hijos para con los padres, los padres para con sus hijos; los esclavos con los dueños, y los dueños para con sus esclavos. Es una relación de inferior a superior, y de superior a inferior. Pero la palabra respeto, Pablo la sustituye por estas actitudes: honrar, no irritar y educar, obedecer como quien sirve a Cristo, servir de buena gana, teniendo siempre presente que «lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre se lo pagará el Señor». ¿Cómo miras a aquel que te es inferior? ¿Cómo miras a aquél que te es superior?
Señor, que siempre sepa tener respeto por los demás, como Tú me has respetado.