A Esteban no pueden vencerlo con argumentos de la fe, por eso utilizan el engaño: «Indujeron a unos que asegurasen: -Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios», de tal forma que todo el mundo se puso en contra de Esteban. Al final del texto de hoy nos dice: «Todos los miembros del Sanedrín miraron a Esteban, y su rostro les pareció el de un ángel. ¿Conoces personas que se entusiasman y te entusiasman cuando hablan de Dios?
Señor, hazme ver la luz de tu mirada.