Samuel cada vez que sentía que lo llamaban daba siempre la misma respuesta: «Aquí estoy». Era su actitud de fondo. Finalmente descubre que Dios le llama, y él continúa con la misma actitud. Para escuchar verdaderamente a Dios es necesario tener muy presente y activa la actitud de la disponibilidad. ¿Pones condiciones para estar disponible a la voluntad de Dios?
Señor, quiero quitarme de encima todo indicio de resistencia a tu voluntad.