Hoy, día 20 de febrero, celebramos la festividad: de santo Sadot, obispo y mártir; de santo Eleuteri, obispo; de los beatos Mauricio Proeta y Júlia Rodzinska, religiosos; y la de los santos pastorcillos de Fátima, Francesc y Jacinta Marto
Santo Sadot, recibió el martirio con 128 compañeros persas el año del Señor del 542.
Santo Eleuteri, fue obispo a Toumai, en Bélgica, en el siglo VI y fue recordado, por su fe y su dedicación apostólica. Murió hacia el año 530
Mauricio Proeta, nació en Castelló d’Empúries, a comienzos del siglo XVI, hijo de una familia de tintoreros. Muy pronto, entró al convento agustiniano de Santa Magdalena de Castelló d’Empúries, de donde fue a Barcelona y en Lleida para completar los estudios. Un tiempo más tarde, es doctoró en teología en Toulouse. Dedicado a la predicación por tierras de Cataluña y norte de África, en el viaje de retorno en Cataluña murió en Mallorca, donde había ido de en 1546. Venerado como beato, es patrón de los tintoreros.
Júlia Rodzinska, nacida el 1899 en un pueblo del sur de Polonia, bien pronto quedó huérfana de padre y madre y fue acogida y educada en un convento de dominicas. Viendo el ejemplo de las religiosas, a la joven Júlia se le despertó la vocación, tomó el hábito de las hijas de san Domènec y dentro de la orden se dedicó a la docencia. Con el estallido de la II Guerra Mundial, las religiosas tuvieron que dejar la actividad docente, pero la beata Júlia la continuó clandestinamente. Acusada de ayudar la resistencia polaca la religiosa fue enviada en un campo de concentración, donde se distinguió para ayudar tanto como pudo los otros prisioneros durante una epidemia de tifus. Finalmente, contrajo la enfermedad y murió pocas semanas antes de que el campo fundido liberado. Fue beatificada el 1999.
El 13 de mayo de 2017 el papa Francisco, declaró santos los hermanos Francesc y Jacinta Marto, con motivo del centenario de las apariciones marianas a tres pastorcillos de Fátima.